Por Juan Tomás Valenzuela
Los popis, los wawawa
y toda la población,
marcharon contra un hampón
que se buscaba quedá.
Si él cree que se dará a más
el juego que está jugando,
que se vaya preparando,
que una juventud alerta
se instaló frente a su puerta
y de allí lo está velando.
La nueva modalidad
conque se expresa el rechazo,
son unos cacerolazos
que inventán los wawawa.
Toda la comunidad,
al son de las cacerolas,
se han montado en esta ola
de reclamos y protestas,
contra un gobierno que apesta
más que el cemento de cola.
La Plaza de la Bandera
es el campo de batalla
donde se purgan las fallas
de toda esta gavillera.
Danilo, no es lo que era
de una semana pa’ca,
pues solamente el Pachá
que es tán sucio como él,
quiere verlo en el poder
haciendo truco y maldad.
La mentalidad pasiva
de la clase media alta,
ya también la tienen jarta
y la pusieron activa.
Desde Milagros la Diva,
a la “pulcra” de Consuelo,
todos han alzado el vuelo
contra un proceso mostrenco,
que pretendía hacer que el Penco
despegara del subsuelo.
Desde la Tierra del fuego
hasta el tranquilo Nepal
y desde el Asia Central
a las torre de San Diego,
se ha venido un desapego
hacia el Partido Morado.
Y todos han acordado
al son de cacerolazos,
demostrarles su rechazo
a este ungido desalmado.
Juan de los Palotes
24 febrero 2020